El candidato del PRO en Santa Fe reivindicó las expulsiones y los castigos físicos
Las propuestas pedagógicas de Del Sel
El humorista planteó que a los que se “portan mal hay que rajarlos del colegio”. “Mi viejo me metió unos cintazos espectaculares y yo salí buen tipo”, ejemplificó. También recordó que en la escuela “me metieron dos varillazos en las patas y terminé abanderado”.
Del Sel ahondó en su visión sobre la pedagogía y la relación entre padres, docentes y alumnos en el programa local La mesa del café. Allí el candidato a gobernador cuestionó, a su entender, “la falencia de haberle quitado poder al profesor. Antes el papá era cómplice del maestro. Ahora el padre es cómplice del hijo que se porta mal. No hay respeto. Hay todo un problema que hay que solucionar”. El candidato del PRO explicó cuáles serían sus soluciones. “Donde el pibe se porta mal, amonestaciones. Y, si no, rajarlo del colegio y que pierda el año y que tenga que volver la normalidad para ordenar esto que yo digo que es una rueda que se ha desencajado en la Argentina”, señaló.
El conductor del programa le acotó a Del Sel que algunos, ante esa propuesta, pueden hablar de “mano dura. “Ma’ qué mano dura”, respondió. “No, no. A ver: mano dura... A mí, mi viejo me metió unos cintazos espectaculares y yo salí buen tipo”, destacó. Pero no se quedó tampoco en la relación padre-hijo, sino que también defendió los castigos corporales dentro de una institución educativa. “Cuando me porté mal en el Colegio San Cayetano, vino el cura Gatti, me llevaron a dirección, me metieron dos varillazos en las patas y terminé abanderado”, ejemplificó. “¿Por qué los padres hoy son tan permisivos? –se preguntó Del Sel–. Viene un pibe y por ahí le pega o lo escupe al padre. Y los padres te dicen: ‘Bueno, es chico’. Ma’ qué chico, metele un buen cocazo y no jode más”, propuso como solución a los problemas pedagógicos.
El planteo de expulsar alumnos sumado a los castigos corporales no pareció conmover a otros dirigentes del PRO, que guardaron silencio ante lo dicho por Del Sel. Este diario consultó al ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, quien prefirió no hacer comentarios. En tanto, el primer ministro de Educación macrista, Mariano Narodowski, respondió que opina sobre lo dicho por Del Sel “lo mismo que cuando la Presidenta dice que admira a los barrabravas porque son apasionados”.
“Cuestionar a Del Sel por una expresión sin recordar que fue un excelente docente es sacarlo de contexto”, opinó el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, sobre la andanada de críticas que le cayeron a Del Sel de parte de sus adversarios, comenzando por uno de sus contrincantes en la elección: el candidato kirchnerista Omar Perotti. “La verdad que son etapas en las que esas cosas se daban, que uno las da por superadas, pero veo que Del Sel no. Creo que la autoridad se puede marcar sin la violencia”, indicó. La legisladora Gabriela Cerruti denunció que “Del Sel viola los derechos de los niños y niñas y promueve la violencia. Estamos frente a una persona peligrosa”.
Desde el Frente Renovador también lo cruzaron a Del Sel. “Es un exabrupto que parece de la época de la Inquisición”, lanzó el ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli. “¿Les parece que este hombre salió bien con lo que hace y dice? Es alguien que es un mediocre. No tiene ninguna capacidad psíquica para ejercer una función. Lo que necesitamos en educación es recuperar el rol de la escuela publica”, indicó el asesor económico de Sergio Massa, quien en 2013 confesó: “Si mis hijos fuman porro, los cago a trompadas”.
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