Anthony Giddens analiza los desafíos que enfrentan Latinoamérica y Europa para crear un estado de bienestar
–Hay cambios estructurales en la sociedad que están afectado a todo el mundo. Esto incluye a América del Sur y a los países europeos. La estructura económica del mundo será diferente en los próximos veinte años, muy distinta a como fue en los últimos veinte años. Hemos tenido este masivo avance de Internet y las nuevas tecnologías afectando a todo el mundo en todas partes. En América Latina uno ve marchas en las calles y lo mismo ocurre en Europa. Tenemos que ver, además, hacia dónde va a ir la economía mundial. A Brasil le estaba yendo muy bien, aunque ahora ya no tanto; a México le iba bien, pero ahora no; lo mismo para la Argentina… Y esto no es parte de la situación intrínseca de América Latina sino que es la situación global. Creo que debemos tomar serias decisiones como, por ejemplo, de dónde van a venir los puestos de trabajo: necesitamos emplear a mucha más gente que antes, emplear no sólo a los jóvenes sino también a los mayores porque ningún país en Europa puede mantener más a la gente mayor tal como se hacía antes. Por lo tanto América Latina y Europa comparten una gran cantidad de problemas.
–No creo que Europa pueda ser un modelo para América latina porque la Unión Europea tiene un rol específico por la presencia del euro. Ustedes no van a tener una moneda común con lo cual siempre va a ser una situación diferente. Yo estoy a favor de una mayor conexión entre Europa y América Latina. Particularmente en Gran Bretaña, la conexión con los países latinoamericanos es muy pobre. Sobre todo porque el imperio británico no estuvo en América Latina. La actividad imperialista inglesa estaba en otros lugares.
–La gente mira a Europa diferente porque Europa tiene grandes problemas hoy. Creo que Latinoamérica necesita sistemas de welfare, que deben construir estos sistemas, que hay que ver cómo las generaciones más jóvenes se relacionan con las mayores. Creo que algunas cosas del sistema de welfare europeo son todavía relevantes en América Latina, con limitaciones. Algunos países piden prestado para solventar sistemas de welfare que no pueden mantener. Pienso que debemos buscar nuevos modelos integrados con desarrollo económico. Hay que repensar el sistema del welfare para redistribuir antes de que se generen las ganancias y no después.
–Mucha gente identifica la globalización sólo con la globalización económica. Para mí es más importante la globalización en términos de comunicación. Nunca vislumbré, nadie pudo haber jamás vislumbrado, algo semejante a Internet. Es algo increíble. Alguien puede estar viendo lo que estamos haciendo aquí desde cualquier lugar del mundo. Puede ser el servicio de inteligencia de los EE.UU. o puede ser cualquiera. Este es un mundo completamente diferente. Debemos ejercitar y trabajar sobre las consecuencias de esto. Es beneficioso el avance tecnológico pero es también pavoroso. Sobre esa mezcla de avance y temor debemos trabajar. Sobre los nuevos riesgos y las nuevas oportunidades. Y no sabemos cómo va a resultar. Es un mundo asombroso. Es un momento de gran confusión por los grandes cambios y a la vez los grandes riesgos y las grandes oportunidades. Hay avances científicos increíbles en la ciencia cerebral, por ejemplo, pero también hay enfermedades que no se pueden curar. Mientras doy una conferencia, que alguien mire o responda a su celular hubiera sido considerado poco ético tres años atrás. Hoy ya no.
–Pero las máquinas han entrado en nuestra personalidad. No va faltar mucho para que se pueda saber si quien está conectado es usted o un ávatar, una proyección. Imagínese lo terrorífico que es eso. Es como si la ciencia ficción hubiera sido copada por la realidad. Es imponderable. Ya no se puede utilizar más el pasado como guía para el futuro.
–Hace unos años entrené mi cerebro para recordar los sueños. Mi carrera comenzó con los sueños. Empecé estudiando psicología. Hay muchas teorías sobre los sueños dando vueltas. ¿Por qué me lo pregunta?
–No sé cuánto pueden decir los sueños si no se sabe lo que los sueños significan. Soñar es tal vez el proceso con el que el cerebro embala experiencias vividas en el día. Probablemente se sueña no sobre lo que uno recuerda sino con lo que uno descarta. Por eso a veces los sueños son tan bizarros. Si los sueños tienen algún significado o no es profundamente problemático. En general, mis sueños recogen momentos que viví en el día. Pero no creo que lo narrativo tenga significado alguno.
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